Ayer nos dejaste. Inmenso dolor y ausencia es lo que siento.
No podré sentir tus manos, ni escuchar tus consejos, ni verte siempre tan bien arreglada, ni olerte , ni acompañarte mientras comes..pero espero me ayudes desde el Cielo porque ya me haces mucha falta.
Casi 96 años de vida, en presencia continua , ha sido un regalo porque debajo tuyo quedamos 145 hijos, nietos y biznietos. Todos te agradecemos y vamos a dejar bien alto tu listón. Las mujeres nos vamos a preocupar de estar siempre bien cuidadas, como tanto nos decías.
Veo tus anillos y lloro..no puedo parar de hacerlo..es un surtidor que no cesa. Ojalá fuera fuerte como el resto; yo me desmorono.
Manos de la abuela