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Desde Argentina me llega esta felicitación que os extiendo a todos pues nada hay más sensible, bonito y tierno que estos niños siempre felices deseándonos mucha alegría y paz en nuestro corazón.
Son mis chicos down, chinitos que amo y que siento como de mi familia; mi compromiso con ellos y con sus familias ha sido sin límites y todo gracias a Cecilia con su Fundación Baccigalupo, de la que ya os conté en su día y gracias a Tommy, el hijo de Carola, mi amiga del alma de allá, que me llevaron a quererlos y a conocerlos como ángeles del cielo.