Podría ser el nombre de una novela..que ya está casi llegando a su fin..pues desde aquí os escribo, apoyando la compu en el lavadero de la cocina porque he descubierto que desde aquí entra por fin un hilito de conexión y así os puedo escribir un diario “paquete” ( rebueno).
Estoy mansa, mansa..no pareciera yo..tranquila recogiendo sin parar y ordenando lo que sale de cada cajón..q es un mundo de recuerdos..pasan los días y más me apena saber que cierro una llave, pero no la del corazón claro. Volveré de visita..ya no residente; me mentalizo por obligación al sacar cada montón para uno y para otro..Bea, la mujer que con tanto amor nos cuidó a la familia y al hogar, se llevó toda mi ropa..me cuesta desprenderme de mis prensas queridas, pero empieza nueva etapa y pienso que tanto que ella lavó y planchó ahora es suyo..se fue con mi maletón de viaje que traerá de vuelta para volver a repostar..qué graciosa la situación..decía que no sabía tirar de la maleta..claro que si nunca has viajado, no has necesitado arrastrarla.
Os cuento que desde la ventana veo a la gente pasar y fue un día espléndido para hacer deporte..ya pronto me tomo un trozo de chocolate..cuando llegue a Madrid retomaré el jooging o la bici, que los dejé por años; quiero sentir el viento en la cara..uno cuando está encerrado valora más esa oportunidad.
Veo el hospital Fernández y aún no pude saludar a Benedetta , que es la mujer que duerme en el banco..qué será de mi amigo Julio que lleva un año ingresado en el mismo….de vivir en la villa a tener cama, comida y atenciones..pensemos lo bueno.
Os escribo comiendo arroz integral sin sal y un zumo de limón puro..pronto llegará el Malbec..y san Telmo y el teatro.
Cómo amo la vida; esta ciudad me despierta la pasión..de ahí el tango.