Tuve la suerte de pasar 4 días con Familias Especiales; de vivirlos intensamente además con viaje en autobús de 24 horas de ida y 24 de vuelta. Se portaron mejor que cualquier niño normal. Se llaman así porque tienen algún hijo con alguna enfermedad o discapacidad que les impide hacer su vida por sí mismos. Se llaman así porque sus padres son “elegidos” ya que cualquiera no podría aguantar lo que ellos viven y sufren. Se llaman Chicos Especiales porque son los que más amor dan y los que hacen cuestionarte por qué nos quejamos por tonterías. Se llaman Familias Especiales porque todos los miembros aprenden a ayudar y a sentirse orgullosos de las limitaciones de sus hermanos “más débiles”. Se llaman Abuelos Especiales porque les he conocido y escuchado cómo tratan a sus nietos con disciplina y mucho amor. Se llaman Madres Especiales porque nunca descansan y no se quejan.
Down is Up porque ya tienen su lugar en el Cielo.