El Papa Francisco indicó ayer martes a las autoridades birmanas que la paz se basa en el respeto de cada grupo étnico, sin excluir a nadie, y que las religiones no pueden ser fuente de división.
Ante el presidente birmano, Htin Kyaw, y la Premio Nobel de la Paz y jefa de facto del Gobierno, con quienes antes tuvo un encuentro privado, Francisco aseveró que “el futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad”.
Habló claro y directo al Ejército y Gobierno, para que respeten a todas las minorías, aunque sin citar expresamente como le han aconsejado desde la Iglesia católica local a los musulmanes rohinyás,que no son considerados birmanos y son brutalmente perseguidos en el país, lo que ha provocado un éxodo de 620 mil hacia Bangladesh .
Francisco continuó su mensaje pidiendo respeto por el estado de derecho, un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo -sin excluir a nadie- ofrecer su contribución legítima al bien común”.
“Las comunidades religiosas tienen un papel privilegiado que desempeñar”
En su alocución en italiano en el Centro de Convenciones en la nueva capital birmana, Francisco aseguró la gran tarea de reconciliación e integración nacional. Y aseguró en un país doncel budismo es casi la religión del estado que “las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación”.
Jorge Bergoglio indicó que las religiones “pueden contribuir también a erradicar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una voz profética en favor de los que sufren”.
Marisa
Un buen pastor de almas, don Jorge (con todos los respetos).
Abrazos.