El domingo maravilloso que pasé viendo los veleros y que celebramos con una rica carne en La Cabaña de las Lilas, se me enturbió al regresar a casa y ver cómo el camión de la basura tenía que esperar a este hombre para que eligiera los desperdicios de carne que sí podría comer..como un loco apartaba trozos en una bolsa y su cara era de mucha necesidad. Tomé la foto para captar el hambre pero nuca la miseria humana; nunca su cara pero sí su necesidad; es reflejo de la realidad que aquí se vive.
En España hay crisis, pero llega a este punto?
Son momentos que jamás se me podrán borrar. Gracias Dios mío por la comida diaria.