Me gusta celebrar la vida y es por eso que hoy toca festejo de mis hijas mayores. Se despiden de sus amigas y lo harán por todo lo alto, como la amistad merece. Les inculqué desde pequeñas a invitar a casa y aunque dé mucho trabajo, no lo olvidarán. Pues bien, hoy al hacer la compra en un hipermercado mayorista pensé en el diario del día siguiente al meterme en la sala “de refrigeración”, osada de mí en camiseta de tirantes..así que los dependientes iban como para ir al Polo..con guantes, gorro, forro polar..y lo más gracioso es que comento nada más entrar..”qué gusto, ese frescor permite q se estiren las arrugas y las piernas se pongan bonitas..”. Ha sido un número, mi pobre coche otra vez cargado; le hice foto pero me da pena mostrarla..se nos cayeron los bricks, se rompieron algunos huevo y los vasos de medio plástico se cascaron al salir, pero justo como ya estábamos fuera, ya es nuestra responsabilidad; lógico.
Recordáis la canción de Rafaela Carrá: Fiesta qué fantástica, fantástica esta fiesta..” Cómo la bailábamos..venga carrocillas, que es de nuestra época..esos círculos de baile esperando a q te sacara a bailar el que te gustaba..