Recuerdos de mi tierra. Ese sol radiante que no se ve en otro lugar del mundo. Es como si tuviera que soltar lastre hasta que empiece a escribir sobre Buenos Aires de nuevo.
Recuerdo que tomábamos las pipas de girasol sin tostar; no me gustaban tanto. En la adolescencia no veíamos tele, pero sí nos reuníamos a hablar y comíamos pipas tan felices.
Ahora que me vuelvo más delicada, no soporto el ruidito de comerlas y prefiero tomarlas si alguien las come, para que el sonido se suavice con el mío..esas tonterías de las cuarentonas..