Es que os escriba desde el aeropuerto y que amanezca mañana en Buenos Aires, con cuatro horas menos y el día más largo aún para vivir.
Han sido 6 días intensísimos que me hubiera gustado saborear con calma pero me dio tiempo a todo menos a llamar a mis seres queridos y desde aquí os pido disculpas.
Madrid es grande y Buenos Aires me espera y yo deseaba regresar; entiendo a Gardel pues me produjo mucha nostalgia sentir no caminaba por sus calles.