Con estos calores acepto los hielos en las bebidas ya que no me gustan cuando se quedan aguadas. Es curioso cómo siempre hay alguien de la familia que se pone los hielos de la hielera y la mete en el congelador sin rellenar; luego, el que llega después toma los pocos hielos que quedan y ya el tercero en aparecer, va a ponerse la cocacola y justo no quedan. Ahí sí que da rabia el que haya habido gente vaga en la cadena. Soy como un sargento, venga a repetir..pero luego lo harán cuando no estén en casa y te dicen : “qué hijos más educados tienes..”. Otra solución es comprar la bolsa de hielos en la gasolinera, pero en estos apartamentos alquilados te adaptas a lo que hay. Qué suerte poder beber una bebida fría cuando tienes sed; hay gente que no puede..