Tenemos una niña argentina invitada en casa y es como una hija más. Da gusto con ella, lo bien educada que está y esto es muy importante a la hora de convivir. Me gusta lo mucho que habla de “sus papás” y de lo mucho que quiere a su familia. Es dulce y amorosa.
Está impresionada de la cantidad de cosas que hacemos al día y de lo cansada que se acuesta. Le decía que siempre aconsejo a las invitadas que anoten en su diario de viaje lo que quieran recordar de cada día pues si bien muchas cosas no las olvidará jamás, pequeños detalles tal vez . Pilar nos cuenta que cuando eran chiquitos, su abuela les escribía el diario pues ellos no sabían hacerlo y ella siempre les repetía esta coletilla: “Hoy hicimos..” y ellos iban enumerando. Qué ternura.