Con sus amigos. Primer día de salida. Pequeñita pero matona. Sale con un rebaño de quince y es un puntito entre las fieras; coquetea con un cócker; vuelve sucia y agotada después de 3 horas cada mañana. Espera con nervios su salida cada día. Es una fidelidad la de los perros que no tiene medida. Nunca tuve ningún novio que me siguiera tanto a todas partes. Era de mi hijo; perdón: es de él ; pero quién la cuida? A quién le toca todo siempre?? Si digo que a las madres, nuestros varones de Verili se enfadan, pero bendito el trabajo de una madre.