Hay días en que se tuerce todo y las cosas no salen bien; son pequeños problemas que te preocupan y que sirven para valorar el día a día en que todo lo hacemos de forma normal y como si fuera una obligación que siempre sea como queremos. Yo tuve un día así y el remate fue la plancha de vapor que tanto me ayuda en estos días que ando sin ayuda doméstica y que al enchufarla saltaron los plomos y olió a quemado. Otro momento a buscar en la agenda para llevarla a arreglar y recogerla después..ah¡ y cuando nos cuestan tanto estos arreglos, los pagamos a gusto porque los necesitamos “en nuestra vida”.