No puedo parar de agradecerla cada día.
Ayer tarde la celebré con amigas en mi cita mensual de tarde hasta la noche y no terminé de madrugada como otras veces porque hoy al alba estaré viajando a otra ciudad española de la cual espero contaros algo.
No hay tiempo que perder ¡ Así dice mi amigo Flavio que pasó meses en coma y es un gozador nato cada segundo regalado de su vida.
Marisa
No está la vida hecha para perder el tiempo.
Abrazos.