Condensada leche..así decía mi abuelo, el gran Dr. Merello, a quien quiero hoy homenajear a través de esta foto dulce. Dio su vida por sus pacientes; mi abuela al lado siempre velando por él. Los llevo en mi corazón.
No caigo en dicha tentación porque siempre intento cuidarme , pero anda que no habremos metido veces la cuchara en el bote ¡ y el diario de hoy viene a raíz de unas fresas con leche condensada ayer .. de lata , mejor que de envase fácil de servir..así prefiere el padre y el hijo lo segundo, ley del mínimo esfuerzo ..
Terminamos el mes con azúcar en vena, que consuela .
Marisa
Me encanta la leche condensada, pero ni la huelo, por lo que engorda. De pequeña, como no comía nada, me gustaba robar de la alacena de mi casa una latita (bote pequeño), hacerle dos agujeros y a escondidas, dejar caer en mi boca el maná. Solía meterme debajo de la cama, como me olvidaba la lata, al barrer aparecía y me regañaban. Pero yo, no cejaba.
Abrazos.
Verili
Qué bonitas palabras utilizas..alacena, cejar..qué bien escribes Marisa querida.
Te imagino ..me has recordado al Lazarillo..
Isabel
Cero , qué suerte de sobrina tan dulce como la leche condensada, gracias por acordarte de los abuelos y contarlo. Un estudio muy fuerte