Para tan largo viaje..
Ya ha terminado todo..ahora volvemos a las vidas de siempre. Con nostalgia pero ya se acabaron los festejos y las compras.
No me gusta nada cuando termina el día de Reyes y mis hijos vuelven a acumular juguetes, ropa y caprichos; por eso me gusta regalarles lo que menos ocupa. Todo sobra. Cuanto menos peso, mejor. Ya ayer tarde empecé a ordenar armarios y me dio por tirar todo aquello del cuarto de baño que está pasado de fecha o que no se ponen las niñas.Me gusta ver que salen bolsas grandes para regalar o tirar. Cuántas horas de trabajo en esos collares que me dan porque no se pondrán..mi segunda hija me decía que le daba pena ver tanta entrega en ellas.. así es, de vez en cuando un hijo te dice algo bonito y ya mereció la pena los enfados del día adía. Ella sigue en la cama y ahora la mayor también con fiebre. Realmente han sido días agotadores pero llenos de amor.
Para ligerezas el regalo de un amiga querida hace tiempo; vino a la tienda Verili de Almirante y me trajo una caja pequeña, plateada de cartón, muy sencilla y bonita con nada dentro. Ella me dijo que la abriera y que oliera, pues había metido el olor de las camelias de su terraza..así es que cada uno siente en lo que le gusta; a mí ya esa sencillez con tanta ilusión e imaginación me hizo pensar que el aire es también un regalo.