Volví a mis orígenes..me desepera perder tiempo en la compu cada noche.
Os escribo desde un locutorio en la Calle Las Heras en que los amos escriben y los perros esperan a los mismos sentados en las sillas libres ¡¡ una perra no hace más que venir a llorar a su ama que está a mi lado y ella le responde mientras teclea: “no tengo nada para darte preciosa..”..ay que risa..y qué mal huele..Us debo la foto, como dicen acá..
Me van quedando menos días en Buenos Aires..