Como si fuera el día de año nuevo, en que uno dice y escucha cada rato feliz año o en este caso, feliz Pascua.
Ayer fue una locura conseguir huevos de pascua pues estaban agotados en todas las confiterías.La tradición bonaerense es de mucho consumo y mucho capricho al paladar. He comprado uno para cada ser querido y yo me debo querer bastante pues me he comido la mitad del de mi hijo y estaba realmente rico; empiezas con un trocito, luego con otro y al final hasta con los bombones de dentro.
Gallinas, pollitos, gallos y huevos decoraban los escaparates antes de la Semana. La mía ha sido santa de verdad y me gusta mucho lo que he vivido.Me quedo con un momento grabado de unas señoras cartageneras cantando en misa y cada cual lo hacía peor..cómo chillaban y qué poco coordinadas..qué risa. Esta semana os voy a contar el viaje que he hecho tan inolvidable, una vez más. Si os gustó el de Chile, éste puede q lo supere.