Ayer dejamos a nuestro hijo en el aeropuerto porque se va a estudiar un mes fuera..cuando veo a un niño de su edad venga a llorar porque se separaba de su madre..ambos lloraban..la verdad es que uno no lo entiende hasta q no lo pasa..yo era así de pequeña..no me podía separar de mi madre..incluso una semana Santa me mandaron a Cádiz con mis primas y no paré de llorar..mis hijos tardaban una semana en acomodar sus sentimientos..y sus morriñas..me imagino que será porque cuestión de sobreprotección..le pedí a mi hijo que lo cuidase pues nada como ayudar al que lo necesita.
Es una sensación muy especial, de llorar con pucheros..diría que es una necesidad muy grande de quedar bajo el ala de mamá pato..tal vez, nos convertimos en aquel patito que os mostré en la foto, que si bien los hermanos nadan, el más necesitado u ojito derecho..va encima de sus alas..ja