Al comerlas de postre, pensé que lo escribiría..Siempre que se me pasa algo por la cabeza, digo: “Para mi diario”.
Le decía a mi hija, que el aspecto por fuera, es como la vida; que no podemos judgar antes si estará buena o no..Había una medio fea en el plato y le dije que la probara..efectivamente era dulce y buena. Cuántas veces elegimos por el aspecto exterior y luego por dentro no tiene sabor..
Hay mandarinas secas y otras que estallan de jugo..otras que no se pueden ni pelar y otras que parece su cáscara una bolsa de aire..otras que te dejan las uñas naranjas y otras que te impregnan de olor a “pensión barata”, como decía mi padre..y no entendía cuando era pequeña; pero eso me llevó a que no las pelo pues no me gusta quedarme con el olor; siempre es un hijo el que lo hace y a la vez prueba la mejor..
Otro tema al comerlas ha sido el cómo las mordemos..yo lo que hago es morder el filo de nervio y de ahí que sale toda la pulpa de golpe. Las de hoy tenían muchas pipas o semillas o como las llame cada uno en su casa..De pequeña me gustaba vaciar todo el gajo de la “bolsita” y comer luego cada subgajo..vaya cosas os cuento. De una cosa pequeña sale la pura vida.
Feliz sábado.