Cuando vi este árbol me recordó una vez más a mi infancia, a unos arbustos que había en “la casa de abajo de mis abuelos”, que tenían estos frutos pero de color naranja. Cuando jugábamos a las casitas, las llamábamos así; las machacábamos y “cocinábamos” con trozos de hierbas arrancadas del césped y hojas varias., mezclado todo con agua, que siempre se caía de las tapas de algún bote donde se supone que cocinábamos de mentirijilla..luego se lo dábamos de “comer” a algún primo pequeño que hacía de “nuestro hijo”..