Y siempre de noche , si puedo, me tomo una copa de vino tinto. El blanco no es mi elección.
Una buena copa transforma un peor tinto en bueno.
Y gracias al punto de la uva, anoche me quedé trabajando hasta muy tarde en taller y diseñé maravillas. Está claro que nada lo regalan porque me dejo la piel cada día, pero a la vez agradezco tanta inspiración después de ..37 años diseñando ¡¡ Uy uy que en breve cumpliré años ..no quiero aún ..
Paqui
Qué maravilla de copas, yo dejo ni una viva en casa, por más empeño, eso sí con Ribera del Duero corriendo por vena me dá igual.
Vero tanto emociones como sentimientos suben jeeee..a por vino!! ?
Marisa
Yo apunto primero al blanco, pero si la comida no lo aconseja, me quedo con un Rioja. Y las copas, sí son importantes. No suelo tomar nunca vino por la noche si al día siguiente tengo que trabajar. Me desquito los viernes y sábados. Tampoco es que en esas noches vaya dando tumbos por la acera…
Abrazos.
alicia
Ay amigas… me parece que sois un poquito borrachinas!!!
A mi no me gusta el vino tinto, ya sé que me pierdo algo importante, pero lo he intentado varias veces y no puedo, a veces tomo un poquito por puro compromiso.
Me gusta el blanco muy frío, pero normalmente tomo agua.
Abrazos a todas… (ya no hay presencia masculina en este blog).
Visent nos abandonó y mi nieto Pacorro no nos hace ni caso. snifff snifff snifff!!!