Mis viajes

De vez en cuando hago un corte radical, ya que necesito descansar los ojos y las manos. Mi día a  día es muy estresante en el taller ya que a la par que engarzo, pienso, busco materiales, creo, preparo pedidos, hago fotografías, escribo, anoto encargos y pongo mucho corazón en todo y mi mente muy activa,  pensando en cada cliente. Es por ello que necesito evasión y la vivo como una oportunidad para descansar y para avanzar en la parte de documentación y contabilidad.
Muchas veces parece que me estoy tomando las vacaciones de la vida, pero nunca desconecto del todo pues Verili es constante actividad.

Mi último viaje ha sido a Egipto;  el más largo jamás realizado; una experiencia increíble y una cultura nueva para mí porque cuando viajo nunca me gusta saber nada del lugar que voy a conocer, ni miró en Internet ni me documento para que sea todo impresionante a mis ojos, como así ha sido. La experiencia mayor en este viaje  la resumo en la oportunidad de entrar dentro de una pirámide, reduciendo nuestro cuerpo, movilidad y visión a lo más pequeño para poder acceder hasta las dos cámaras mortuorias. Una sensación que ni yo misma entiendo cómo fui tan valiente ya que el resto del grupo se daba la vuelta y yo continué junto con cuatro personas más el guía, claro.. Nunca me imaginé que las pirámides eran así pues a simple vista parece que tienen las caras lisas y enyesadas y se ven los bloques de piedra erosionados y muchos expoliados.

Cuando viajo me gusta anotar las palabras de cada día y resumo siempre en tres lo que he vivido en cada lugar. En esta ocasión mi paso por las tres ciudades queda así: El Cairo: caos, pirámides, ruido y pobreza. Luxor: Ramsés II, hotel antiguo, valle de los reyes y de las reinas y Aswan: autobús, madrugones y Abusinbel.

Hasta el próximo !