Este verano me han masacrado hasta durmiendo. Regreso a Madrid llena de picaduras y heridas de rascarme..recuerdo de niña decir “arrascar” ..ahora que todo vale en nuestra lengua, me niego a contribuir a ello.
Mi cabeza está en todo lo que tengo que hacer .. me ilusiona y a la vez me entran nervios. La mariquita habla de esperanza pues no es fácil encontrarlas.