Dicen que son traumáticas y estoy de acuerdo. Os escribo instantes antes de que los “mudanceros” se lleven el ordenador. Dejo guardado este diario para cuando no esté en Madrid. Les escucho hablando de sus cosas del fin de semana, mientras apuro los minutos para escribir. Uno dirige al resto.Se mete de todo en las cajas, de un jarrón a una foto de recuerdo; de un bolso a unos calcetines, de la olla a presión a un cuadro. Todo vale. Muchos libros de España, de sus geniales pintores, El Quijote, la Historia de nuestro país..