Mi amigo Flavio es además de argentino, un ser especial ; inhaló monóxido de carbono cuando era campeón de tenis y del éxito pasó a meses en coma y después a años de recuperación . Recuperó el habla y los esfínteres ..poco a poco volvió a caminar y a veces su cabeza es la de un niño de 8 años y otras es brillante al hacer las reflexiones de adulto mejores imposibles..

En nuestros paseos por Buenos Aires, siempre agarrándole para que no se caiga, gritamos riendo este nuestro lema ..así me dice siempre: Vero, no hay tiempo que perder ¡¡ y se ríe como un niño..

Ojalá pueda volver pronto a gritarlo de viva voz por la Recoleta, Palermo, San Telmo, San Isidro y todos los lugares que hemos recorrido juntos durante estos 11 años.

A todos os digo : No hay tiempo que perder ..no lo malgastemos hablando de lo mismos y no lo perdamos en tonterías o en cosas que no tienen necesidad.

Benditos días vividos, tan libres y voladores ..gratitud eterna ; ya nada volverá a ser igual, pero intentaremos no perder la esencia.

Y con esta foto quiero recordar a mi eterna Bernardita, Ale y Santiago, en la foto.