De la muerte de mi querido Vicent, incondicional de Verili y queridísimo por todos.
Cada día te he extrañado a las 11.10 , cuando me llamabas para contarnos con constancia durante los diez años de hermandad, desde que nos conocimos en Medgujorge, pero tu presencia desde el alma , es constante.
Jamás tuviste pereza y siempre nos enseñaste a vivir hondo, en valores y con fuertes principios.
Un abrazo directo al Cielo y ya sabes que sigo necesitando esa ayuda , que bien conoces.
Unidos en eterna amistad y oración, además de en amor a los tuyos, para y por siempre. Amén.