Cookie | Duración | Descripción |
---|---|---|
cookielawinfo-checkbox-analytics | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Analytics". |
cookielawinfo-checkbox-functional | 11 months | The cookie is set by GDPR cookie consent to record the user consent for the cookies in the category "Functional". |
cookielawinfo-checkbox-necessary | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookies is used to store the user consent for the cookies in the category "Necessary". |
cookielawinfo-checkbox-others | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Other. |
cookielawinfo-checkbox-performance | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Performance". |
viewed_cookie_policy | 11 months | The cookie is set by the GDPR Cookie Consent plugin and is used to store whether or not user has consented to the use of cookies. It does not store any personal data. |
Hemos visto que has dejado algunos diseños en el carrito... ¿te gustaría completar el pedido?
Escríbenos
Marisa
Exacto, la conciencia es implacable, sin embargo, no parece ser muy “abundante”.
Abrazos.
alicia
Nada como la mala conciencia.
Mi amiga Chechu murió hace 10 meses en una residencia, tenía alzheimer… cuando se fué, hacía bastante que no la visitaba… sufría muchisimo cuando iba, siempre salía hecha polvo y yo misma me argumentaba que ella no se enteraba de nada…
Cuando me avisaron que había muerto sentí tanto dolor y tanto remordimiento que cada día la rezo y la pido que me perdone. Duelen mucho las llagas de la conciencia.
Abrazos fuertes para todos.
Paqui
Es triste ver que otros no la alcancen o no se dan cuenta.
Alice querida las veces que la fuiste a visitar seguro que te sintió, el amor es algo que se cuela en la piel, aunque caso de no reconocerte tu energía estuvo con ella, queda tranquila lo más bonito es que la querías muchísimo.
alicia
Gracias Paqui querida, te agradezco mucho tus palabras, pero mi sentimiento de malestar no puedo quitármelo.
Mi hija me acompañaba a veces a la residencia y saliamos las dos muy mal, siempre me decía que era un sufrimiento estéril, que tía Chechu no sentía nada, que no quería verme sufrir tanto, que me hacían mucho daño las visitas… pero yo no debí dejar de ir.
Ya no tiene remedio.
Ahora me toca sufrir las llagas que no me cicatrizan.
besos, mi niña.