Hoy, como si fuera una niña pequeña, se me ha estallado un rotulador en la mano; por supuesto de color Verili, pero no se van las manchas, que parecen moratones. Ha sido por el cambio de temperatura y nada más abrirlo; como si estuviera esperando a que le quitara la tapa.hMe he acordado de mi hijo pequeño, quien al escribir con pluma en el cole, regresa a casa con los dedos siempre manchados y siempre me dice que si el cartucho se le ha salido o algún otro problema para justificar los restos de tinta hasta en el uniforme.