Ya pedí por él cuando luchaba por vivir. Anoche le vi en una entrevista y no paré de llorar. Su mirada, sus movimientos lentos, su delgadez, sus guiños a la cámara, su entrega a la rehabilitación..El cáncer es una cura de humildad.
Tantos que pensaban que no lo superaría y unos meses de lucha después, ya sentado en el sillón de su casa me hizo extender el brazo como lo hace él a modo de triunfo. Eres un campeón, amigo. Orgullosa estoy de ti.