Así me tomaron la foto y feliz por verme y por mostraros una nueva cara. Asistí a la primera clase de clown y me reí tanto..me recordó al curso que hice de risoterapia hace años, cuando buscaba refugio al estrés de mi trabajo.
Me llevé la nariz a modo de trofeo y lo mejor es q me llamó el profe payaso para decirme que iban al hospital a visitar a los niños y que ya que yo iba de visita, que “me llevara mi nariz” pues sus alumnos payasos no podían acompañarle. La foto de la misma en mi bolso representa mucho; me gustó tanto verla como quien mete unas llaves, las gafas..así como si nada, como lo más normal del mundo..qué gracia ¡
Me cuentan que en Madrid, para asistir a un hospital con una fundación que anima a los enfermos, no te dejan si no tienes el curso hecho previamente..qué rigidez..con lo que unos padres pueden llegar a agradecer la sonrisa de su hijo enfermo..
Los payasos hacen reír y son tristes en sus vidas; yo estuve muy apenada este tiempo atrás y de verdad q me reí como una loca una noche en una actuación de unos amigos clowns; desde ese momento quiero reír y vivir despeinada.