El pasado 8 de febrero el Papa se dirigía a la visita pastoral de una parroquia y decidió bajarse y dar una sorpresa a personas que viven en “campo de refugiados”; mucha gente que vive allí es de América Latina y ellos no podían creer a sus ojos.
Os comparto este vídeo que me ha emocionado muchísimo por la humildad de todos sus protagonistas y por la pequeñez de los que menos tienen; ellos son los bienaventurados, cada día lo tengo más claro. Su respuesta es emocionada y muy elegante.
Nuestro papa Francisco nos colma de amor con sus gestos; doy fe por conocerle y quererle más si cabe cada día..