Casi como la película pero vestida..ja; así he gozado en la playa, leyendo cuentos de Borges a todo el que me quería escuchar..bien al subir a casa caminando o al bajar por la tarde..lo mismo ayer en el coche de vuelta a Madrid..me gustó escucharme pues me sale tonada porteña cuando lo leo..también me lleva literalmente a la clase en Buenos Aires, cuando el profesor nos leía trozos y yo no quería que terminara..me vino el recuerdo de Mujercitas, en que una de las hermanas iba a leer a una tía q estaba enferma en la cama..a la vez pensé que me gustaría poder acompañar este otoño a alguna persona necesitada con la lectura..