Descanso al extremo, tanto que ayer jueves santo pasé la mañana entera en la cama, con libro y película en el ordenador. Esto ni con fiebre lo he podido hacer por mi exceso de responsabilidad..y lo he gozado tanto ¡
Mucho recogimiento y asistencia al triduo pascual, salvo acompañar al Cristo de Medinacelli por las calles de Madrid, que me encanta, pero la lluvia este año lo ha impedido.
He acompañado a mis queridos ancianos de un pueblo , donde iba antes todos los jueves y cada semana..hacía meses que no podía pasar..
He escuchado testimonio de una amiga, postrada en silla por enfermedad rara. He disfrutado de su familia maravillosa.
Comidas livianas, sencilla y caseras. Ningún capricho fuera.
Pocos paseos pero espero recuperar kms de aquí al domingo.
Mañana tendré que volver al taller porque tengo encargos que requieren mucha dedicación y así poder empezar la semana relajada y con el deber cumplido.
Todo lo que pedía para esta Semana Santa va viento en popa y me quedo con la palabra : paz.
Marisa
Paz, no se puede pedir más. Media humanidad añoraría, al menos, un minuto de paz.
Afortunados los que podemos tenerla apenas abiertos los ojos cada mañana.
Abrazos.