Seguro que nada más leer el nombre, se os despertó en la pituitaria el olor a chicle..a que sí? Pues este tipo de lechugas se las compro a un hortelano que trae todos los jueves el camión lleno de fruta y verdura. Tarda mucho en apuntar cada cosa y lo hace en mini cuaderno de esos que ya no se ven, que echan para atrás la cuartilla de cuadros; se la mete y saca de su bolsillo trasero y mientras va preparando los pedidos. Son compras eternas y esperar es pesado pues la gente no pide tan decidido. El vendedor es pausado y trabajador; orgulloso de su mercancía. El sabor lo merece y el tacto como de mantequilla es inolvidable; así se llama: lechuga mantecosa. Aquí hay mucha calidad.